Le conocimos escuchando su ‘Voz interior’ antes del verano y desde entonces ha ido entrando en más de una quiniela. Ha llegado el momento en que sea el propio Jon quien tome la palabra y hagamos una fotografía del momento. Porque ya no hace falta ir a Suiza para encontrarse con Basilea.
Hoy hablamos con Jon Oyster, alias Basilea pero… ¿Todavía te dicen aquello de ‘El artista de los asteriscos’?
(risas) ¡Pues espero que no! Las escuchas van subiendo y la difusión está dando buenos resultados, así que espero que siga así y que me conozca más gente.
Sin ánimo de cotillear, tus nuevos temas vienen de pasar una difícil situación personal ¿Cómo se ha reflejado eso en ‘Respiración’?
Pues se refleja con mucha naturalidad, pero casi siempre pintándolo de color abstracto. Muy pocas veces uso la literalidad, y si lo hago, siempre hay una segunda lectura. Yo creo que se entiende muy bien el contexto, y lo más bonito es que hay diversidad de opiniones, cada uno lo recibe a su manera.
Nos los presentabas con ‘Voz Interior’ el tema más pop y más estribillero del EP, si nos permites la expresión. ¿Es por ello que lo elegiste como tarjeta de visita?
Por eso y además porque es un tema super completo, que trata de lo más profundo de la persona, y resume muy bien el alma de este primer trabajo de Basilea.
Pues por radiofónico que suene, la letra tiene tela, sobre todo la metáfora de Judas y “mi padre no es de fiar”…
Esa frase pega fuerte, sí. Pienso que hay que empezar a creer menos y preguntarse más.
Y no es menos “necesito una guerra y alguien que esté dispuesto a luchar contra mi” ¿Tanto necesita el ser humano el enfrentamiento?
Lo necesita como el agua, para su crecimiento y evolución. Lo que pasa a nuestro alrededor nos influye, y si no se avanza, no hay cambio posible. En mi humilde opinión, la sociedad sufre un exceso de reposo mental y una anestesia ética y moral. Hay que despertar, mirar adentro y crecer.
Sin embargo este trabajo lo abre ‘No se bailar’ también canción con pegada pero quizás algo más dura en sonido. Coméntanos un poco más sobre este tema que apenas roza los tres minutos.
Es un tema que a nivel de sonido, se prende fuego de repente, como la mecha de un explosivo, como algo que hace tiempo que se estaba gestando, y sale disparado. A nivel de contexto, es otra crítica a la “supuesta normalidad social”, a la que un/a joven se ve empujada a salir de todo lo que está establecido y que no va con él/ella.
¿Dirías que ‘La Chica Del Tren’ es una canción de amor imposible o simplemente no confesado?
Sin ánimo de cotillear, sobretodo (risas) Habla de una experiencia real, pero se adaptó para enviar el mensaje. Ambas opciones podrían ser correctas.
Fíjate que a nosotros nos parece que describe también una realidad adversa o demasiado establecida…
Claro, todo el trabajo tiene su coherencia. Estoy seguro de que ocurre muchísimas veces, lo que pasa es que pocas veces se cuenta.
‘A su compás’ termina con ‘Vamos a gritar delante de ellos, será espectacular, será una muestra de amor de verdad, que se unan a nosotros si no les parece mal” ¿Un ideario resumido en una sola frase?
Hay que quitar el miedo a ser, pensar y actuar. Es un buen eslogan, sí. No quiero repetirme, pero si no reaccionamos ética y moralmente, volveremos a tiempos muy pasados.
Sabemos que la cosa está chunga pero ¿Qué planes tienes de futuro? ¿Intentarás directos o probar nuevos temas antes de ello?
Planes de futuro SIEMPRE, aunque nos los cambien cada semana. Si seguimos cerrados, no habrá alternativa, pero si me dejan actuar, yo me lanzo. Lo necesito yo, y lo necesita la gente. La cultura es vida y la función debe continuar. Una de las lecciones más importantes de mi vida, me la dio la que era en su momento mi profesora de artes escénicas: “Aunque el mundo se esté cayendo, la función debe continuar. En ese momento, el arte será mas necesario e importante que nunca y cobrará el mayor de sus sentidos”.
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