Lionlimb anuncia ‘Spiral Groove’ para el 12 de Noviembre y lo adelanta con ‘Loveland Pass’. El proyecto musical de Stewart Bronaugh se retoma después de algunos problemas de salud y por lo menos podemos decir que lo hace con ganas. En este nuevo álbum busca completar una colección de canciones románticas y atemporales. Piano, chello, guitarras suaves y líneas de sintetizador con personalidad propia será el sello de identidad de este trabajo. En total, algo más de media hora de música que dará para bastante.
Un disco que nos hablará de historias sobre moralidad, retos, adicciones y sobre todo, encontrar al amor de su vida. A pesar de que pueda parecer aparatoso, busca realizar temas tan simples como el que hoy presentamos. La idea es que llegue dentro, como si se le inyectaran al oyemte. De hecho el título ‘Spiral Groove’ es un juego de palabras con la aguja que recorre un disco de vinilo y un canal nervioso que tenemos en el brazo.
Dado que se compuso durante la pandemia, todos los temas pudieron disponer de apoyo en tiempo real por parte de músics que Stewart tiene en buena estima. Las composiciones, por ejemplo, tomaron vida en las manos de Joshua Jaeger y Jonathan Sumner. El primero ha puesto especial cuidado en la batería para crear espacio de cara al chello y las guitarras. El segundo se ha centrado en el bajo, intentando enriquecerlo todo lo que podía. No podrá quejarse de sesión rítmica, desde luego, y algo de esa química quedará empapada en su sonido.
«Fue como una puerta abierta y nunca supe que había algo que yo pudiese hacer para parar o controlarlo. ‘Loveland Pass’ es uno de los puertos de montaña más altos de Colorado y ha sido lugar de bastantes avalanchas, además de accidentes de coche y avión. Cuando escribí esta canción estaba en una de mis propias avalanchas. El más pequeño pensamiento capaz de mandarme de nuevo al pánico y miedo intenso, similiar a una avalancha, es algo que una vez que empieza a rodar no hay nada que puedas hacer»
Tan duro como pueda parecer, una canción inspirada en un ataque de pánico. Probablemente una muestra de lo mucho que Lionlimb nos tiene que comentar sobre su vida reciente. El cuidado con el que trata estos temas empapa incluso los videoclips en los que se ha inspirado en cine casero y técnicas amateur. Aunque no se define como pintor, quiere experimentar con un cierto punto de psicodelia y caleidoscopia en los metrajes que nos vengan. Y no ha pasado desapercibido para artistas del calibre de Angel Olsen.
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