Marwán y Nach le lanzan ‘5 Gramos de Resentimiento’ a todos sus haters

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Queda ya muy poco para que llegue el 11 de Septiembre y podamos escuchar al completo el nuevo álbum de Marwán. Su título es ‘El Viejo Boxeador’ como el de su primer single que ya os presentamos a principios del verano.

En esta terecera entrega previa al lanzamiento, se une de nuevo a Nach para lanzar ‘5 Gramos de Resentimiento’ a todos sus haters. Ambos ya colaboraron años atrás en aquel comprometido ‘Necesito un País’ que aun resuena en la conciencia de algunos.

En este caso el tono es muy distinto. Todo un Obús sonoro hacia quienes le desprestigian en redes y con Ignacio marcándose un rap que deja las cosas bien claras… hasta que se les pasa el enfado.

Si bien es una reacción muy natural, en sus propias palabras el cabreo les dura 6 minutos. Y pasado todo eso, deciden tomárselo con humor y mordacidad marca de la casa. Sobre todo en un vídeo tan surrealista como han preparado, el cual ha sumado más de 50.000 reproducciones en apenas un día.

Uno de los comportamientos más usuales que tenemos los seres humanos para asegurarnos de que seremos amados consiste en mostrarnos como si fuéramos perfectos, volviéndonos excesivamente amables, tratando de gestionar cualquier evento desde la calma de un ser superior, fingiendo que no nos afectan los agravios o tratando de aparentar un equilibrio que no poseemos.

La cuestión es que, ante determinados abusos o problemas, muchos de nosotros nos vamos callando, negándonos el derecho a enfadarnos para evitar que nuestras salidas de tono sean un motivo para que dejen de apreciarnos. Y así, pasamos la vida sin poner límites, facilitando que el menosprecio continúe. Pensamos, erróneamente, que mostrando tal grado de complacencia no habrá duda alguna sobre si somos merecedores de amor, como si ser queridos fuera consecuencia directa de mostrar una cordialidad extrema. Pero no es cierto. Esta canción, que finalmente se decantó hacia los haters y las críticas despiadadas, injustas y arbitrarias, nació con la intención de ser una canción sobre el derecho a enfadarse, sobre el derecho a abandonar la senda de la amabilidad en caso de que sea necesario, para poner a quien lo merezca en su sitio.

Una canción para atreverse a establecer límites o para cagarse en lo más sagrado, si es lo necesario para defenderte. Soy mucho más partidario de construir que de destruir, pero también soy consciente de que quien no defiende lo suyo, no lo valoriza lo suficiente y que, a veces, para defenderlo hay que levantar la voz. Nach entendió este mensaje desde el minuto uno y escribió su parte, que me parece sublime, para ensalzar aún más lo que yo expresaba en la canción. Su amistad y su talento son constantes en mi vida desde hace unos años y tener este nuevo tema juntos es un regalo impagable. A ambos nos fluyeron numerosas ideas a la hora de escribirla. En mi caso dejé muchísimas cosas fuera.

La constante exposición en la que vivimos por el hecho de ser artistas con un cierto grado de éxito hace que a menudo afloren algunas críticas salvajes, más aún en este loco mundo de redes sociales donde mucha gente aprovecha el anonimato que proporciona internet para despedazarte. En lo musical, siento que la base de swing aporta diversión a un texto que puede llegar a sonar duro aunque nuestra intención carezca de maldad. La letra fue creada simplemente para darnos permiso para cagarnos en la estampa de quien nos critica gratuitamente, de quien nos juzga injustamente y sin piedad, todo ello aderezado con unas gotitas de ironía y buen humor para llevar a buen puerto nuestra dulce venganza en formato artístico. No todos podemos ser Michael Douglas en “Un día de furia”… jejejeje. No os cortéis.

Cada vez que alguien os suelte algún ataque gratuito por las redes o en la vida real, enviadle un enlace con esta canción. Os sentiréis realmente aliviados, os lo aseguro.

Marwán

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