Ortiga entra fuerte en el panorama indie con ‘Chicho y sus chichas’. A partir de que pulses el botón de Play vete preparando para una aventura que será de todo menos convenicional.
A ver como lo explicamos…. Tomemos elementos de la salsa, del merengue, la cumbia y si nos apuras hasta de la bachata. Le pones el autotune típico de las canciones trap pero la base tiene una caja de ritmos electrónica. Luego lo cantas en gallego y en uno de los cortes pones el audio de un tutorial sobre ortigas. Ahí queda eso.
Si a esto le sumamos que su discográfica dice que está «tan cerca de Elvis Crespo, Los Mirlos y Kinito Méndez como de Metallica y Slash, en un punto que equidista entre El General, Pérez Prado, Joe Crepúsculo, Georgie Dann, Wilfredo Vargas, Malandrómeda, Proyecto Uno, Leonardo Dantés y Bad Bunny» pues… Casi nada
Sumad a lo anterior el punto disonante y casi desafinado justo para no dejarte indiferente. En serio, en este caso es mejor escucharlo que comentarlo y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Por buscarle un defecto al álbum, se podría decir que todos los temas son rítmicamebte bastante parecidos en general. De ahí que en las primeras canciones esbozaremos más de una sonrisa mientras bailmamos pero a la larga se hace reiterativo.
Con todo, Ortiga ya ha empezado a girar por festivales y lo seguirá haciendo durante la temporada en curso. Expermientar estos temas en directo debe ser tan difícil de clasificar como de olvidar. En resumen, un disco que puedes amar u odiar, pero que seguro no ignoras.