Music Hunters celebra su primer aniversario en la sala Siroco

Parece mentira que hayan pasado ya doce meses desde que recibimos el proyecto de Music Hunters en el sótano de una conocida tienda de discos madrileña. Un momento que también fue especial para el equipo de MusicUP ya que en cierto modo supuso un reencuentro con nosotros mismos

A las 20:45 comenzaba la fiesta, sí, 15 minutos antes de lo previsto. La administración de la sala había indicado que no les iban a dar ni un minuto de más y Dani no paraba de repetir a los cinco grupos reunidos que fuesen solidarios con el resto… y que montasen y desmontasen instrumentos a toda pastilla.

Arrancábamos con Tangerine Flavour, que con su buen humor habitual repasaron los temas más destacados del álbum ‘No Hard Feelings’ tocados como se merece. Además del cachondeo habitual, nos presentaban a un nuevo integrante de la banda (argentino, para más señas) y se marcaron una coreografía en ‘Ballerina’ que acabó entre aplausos.

Casi sin enterarnos, ya habían empezado a tocar Eclair. Es sorprendente la fuerza que son capaces de desarollar en un simple acústico y a pesar de las cisrcunstancias de minutos y espacio. Gran parte de esto es culpa del carisma de Clara, la vocalista, que no paró de pedir palmas y coros al público en todo el rato. Nos animaron y nos dejaron con buen sabor de boca, a pesar de que los graves «estaban de fiesta» en la mesa de mezclas y nos jugaron más de un chirrido en los oídos.

A los miembros de Levi Pants le jugó una mala pasada, precisamente esa limitación temporal. Tenerlo todo dispuesto les retardó más de lo esperado (cosa que aprovechamos para acercarnos a la barra) y todos los temas tuvieron que ir uno tras otro casi sin pausa y sin hablar entre ellos. Fueron de menos a más y acabaron a caballito y tirando confetti, pero nos queda la sensación de que habrían dado más de sí en condiciones favorables.

Y llegó el momento de Denea. Si ya hace 365 días el álbum 8 rojo tenía rodaje y tablas, ahora tienen muchas más. El público ya se sabía las canciones de Borja y los suyos y no les costó mucho ganárselos para que las coreasen y aplaudiesen una tras otra. Fueron inteligentes reservando las más conocidas para el final y aunque la audiencia pedía bises, Irene (teclados) tuvo que subirse a decir «No nos sabemos más» casi con la misma rapidez que tocaron su set, enlazando los 7 temas que sonaron sin apenas descanso. Nos quedan, eso si, sus directos de Lavalab y La Azotea que podemos escuchar en plataformas digitales.

Pero si alguien tuvo realmente problemas de tiempo fue Gotelé. De nuevo el montaje se alargó (otra cerveza) y saludaron al público bastante justitos. «No sabemos si cerrar la noche de hoy es un honor… o una putada» decía su vocalista. No habíamos podido disfrutar del directo de la banda y tocaron todo lo que les dió tiempo. Sólo decir que la última canción comenzó a sonar a las 23:59 y acabó en el descuento, como si fuese un partido de fútbol. Pero igual que Denea, se tenían al público ganado y hasta los que no les conocían se animaron a cantar gracias a la garra de sus temas. También hubo agradecimientos a su productor ya que hoy pudieron traernos el álbum en edición física.

Y llegó el «final del partido» abrazos y felicitaciones a la familia Music Hunters junto con un recordatorio para Raúl Ballesteros que por motivos personales no pudo acudir al evento. Ya queda contar los días para el segundo aniversario, porque montaremos otra igual ¿No?

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